Dedicado a mi prima Tamara, otra SuperMujer más de mi famiglia sin capa ni espada.
(A)ñoraba tantísimo
la Carretera
que ver el Castillo de Luna,
al fondo a la izquierda,
me ha hecho llorar
como una niña chica.
He vuelto a casa
por Navidad,
(A) mi hogar
¡de rueda quemá!,
(A)celero y
fluyo y
fluyo y
fluyo y
si me detengo
¡estoy muerta!:
me estanco
y me crucifico
no tenía ni PUTA
idea de las mujeres.
¡Mírame hijo de PERRA!!!!!!!:
¿cuántas veces
he de (re)nacer
de mis cenizas
para NO-SER
una SúperMujer?
Para los Machos (A)lfas
(r)Evolucionar
hacia el SuperHombre
es una opción.
Para las mujeres
una obligación.
¡YO-HOHOHO!
fluyo Más (A)llá
del bien
y
del mal.
del espacio
y
del tiempo.
de los mejores
depredadores
¡me los follé (A) TODOSsSsSs!
e hilé una moraleja.
En sus ojos videé
mi reflejo
en los OtrosSsSsS:
¡YO-HOHOHO!
soy
la
GORGONA.
¿Cuánto más necesito
para ser una PUTA
DIOSA?
Me estaba aburguesando.
(AH)ORA
con mi pata de palo
y mis ojos rajaos
video un camino (A)lternativo
que no he (A)RRRRhado,
un camino de músculos
cansados
e ingenio vivo,
un camino que se trabaja
con las manos,
¡no con la mente!
que se suda,
¡no se escribe!:
el (V)erbo es
un Virus
y (A)quí estoy
¡t(A)n-t(A)n (A)dentro!
ganando el pulso
al (A)bsurdo
¡(A) caraperro!
¿Cuánto más necesito
para ser YO-HOHOHO?
El EscenaRío
ya está escrito, pero...
tengo horror
al nido vacío:
no me quiero
despedir tan pronto
de mi querido Sísifo.
Le necesito.
de mi Lindo Gatito
a mí solo me queda
la NADA
y seguir escuchando
los (A)ullidos del Robe
pa' no perderme en la (A)taraxia,
de cabeza, cuesta (A)bajo
y sin frenos hacia el
Su Camino de migas
impide que sea una suicida
y quiero darle las ¡GRACIASsSsSs!
"Sé que no es (di)fácil, camarada:
al pie del cañón
hace rasca
y pica-pica de la hostia
la quijotera
en este (V)ertedErosSsSsS
de mierda. Quien
(A)ma
(A)ma
(A)ma
es porque está loco
de alguna manera
y no lo aguanta.
¿Cuánto más necesitan
¿Cuánto más necesitan
pa' ser Dioses
¿Cuánto más necesitan
y NADA permanece salvo
nuestras heces y la Muerte?"
nos determina
y TODO lo demás es
MENTIRA.
PD:
no tengo tiempo
pa' contar sílabas.
Eso significaría
que he vuelto
a la burguesía.
PD2:
(AH)ORA entiendo
porqué Bukowski,
pese a TODO lo que sabía,
rimaba en (V)erso Libre:
entre los (V)icios,
el curro funcional
y el de escritor por (A)mor
al (A)rte...
¡¿quién tiene TIEMPO
pa' la métrica?!
quien se puede permitir
la estética.
PD3:
Ese corsé que (A)ntes
sostenía mi cordura,
(AH)ORA me pesa,
me irrita,
me pica-pica
¡YO-HOHOHO!
soy una Pirata no-muerta
y toca soltar lastre.
PD4:
Mi León de Judá
no me enseñó a rimar
encorsetá,
¡TRÁ-TRÁ-TRÁ!
¡YO-HOHOHO!
conocí el (V)erso
Se lo debo
¡y no hay más que hablar!
En Santiago
lo echo de menos.
caminando a mi (V)era
(V)erita (V)era
siento que...
no murió en Jun( ï )o:
(sobre)vive
en mi
N.A.: las palabras subrayadas en el poema y en esta nota son hipervínculos.
-Entrevista a Burroughs --> el lenguaje es un virus.
-Artículo sobre sobre Burroughs y su relación con la música.
-Artículos sobre "Ghetto Defendant" y "Capitol Air", canciones de The Clash en colaboración con Ginsberg.
-Carta de Neal Cassady a Kerouac traducida --> "The grat sex letter", que inspiró a Kerouac "On the road".
-Artículo sobre el concepto de "modernidad líquida" de Bauman
-Colaboración musical entre Burroughs y KurtCo + letra traducida.
LETRA "THE PRIEST. THEY CALLED HIM" --> TRADUCIDA AL CASTELLANO
-"Luchad contra la tuberculosis, amigos".
Nochebuena, un viejo Adicto a la venta de sellos de Navidad en North Park Street. El "Sacerdote" lo llamaban.
-Luchad contra la tuberculosis, amigos".
La gente pasaba apresuradamente, sombras grises en una pared distante.
Se estaba haciendo tarde y no había dinero para anotar. Dobló por una calle lateral y el viento del lago lo golpeó como un cuchillo. El taxi se detiene justo delante debajo de una farola. El chico salió con una maleta. Niño delgado con ropa de instituto. Cara familiar, se dijo el sacerdote, mirando desde la puerta.
"Me recuerda algo de hace mucho tiempo."
El chico, ahí, con su abrigo Desabrochado, metiendo la mano en el bolsillo del pantalón para coger el billete del taxi. El taxi se alejó y dobló la esquina. El chico entró. Un edificio.
"Hmm, sí, tal vez".
La maleta estaba en la puerta. El chico no está a la vista. Ha ido a buscar las llaves, muy probablemente. Tienes que moverte rápido. Cogió la maleta y se dirigió a la esquina. Lo hizo. Echó un vistazo a la maleta. No parecía una maleta propia del chico o que cualquier otro chico pudiera tener. El sacerdote no pudo precisar por qué era tan vieja la maleta. Cuero viejo y sucio, de mala calidad y pesado. Mejor ver lo que hay dentro.
Entró en Lincoln Park, encontró un lugar poco transitado y abrió la maleta. Dos piernas humanas cortadas que pertenecían a un joven de piel oscura. Los pelos negros de las piernas brillaban a la luz tenue de la farola. Las piernas habían sido introducidas a la fuerza en la maleta y tuvo que apoyar su rodilla en la parte posterior para empujarlas.
"Piernas, todavía" -dijo, y se alejó rápidamente con la maleta.
Podría traer algunos dólares para anotar. El comprador olfateó con sospecha.
-"Tiene un olor un poco raro".
-"Es solo cuero mexicano".
- "Bueno, algún bromista no lo curó".
El comprador miró la maleta con fría desaprobación.
-"Ni siquiera estoy seguro de que lo haya matado, sea lo que sea".
-"Tres es lo mejor que puedo hacer y duele. Pero ya que esto es Navidad y usted es el sacerdote"... -deslizó tres billetes debajo de la mesa en la mano sucia del sacerdote.
El sacerdote se desvaneció en las sombras de la calle, cutre y furtiva. Tres centavos no compraban una bolsa, nada menos que un centavo. Dijo. Recuerda que el viejo Addie el corvo me dijo que no regresara a menos que le paguase los tres centavos que le debo. Sí, ¿no es una fruta para ti? junta tres malditos centavos. El médico no se alegró de verlo.
-"Ahora, ¿qué quieres? ¡Te lo dije!"
El sacerdote puso tres billetes sobre la mesa. El doctor puso el dinero en el bolsillo y empezó a gritar.
-"¡He tenido PROBLEMAS! ¡La gente ha estado alrededor! ¡Puedo perder mi LICENCIA!".
El sacerdote simplemente se sentó allí, con los ojos, viejos y cargados de Años de basura, en la cara del médico.
-"No puedo darte una receta".
El doctor abrió un cajón Y deslizó una ampolla sobre la mesa.
-"¡Eso es todo lo que tengo en la OFICINA!" -El doctor se puso de pie-. "¡Tómalo y SALGA!" gritó, histérico.
La expresión del sacerdote no cambió. El médico añadió en tono más tranquilo:
-"Después de todo, soy un hombre profesional, Y no debería molestarme gente como tú ".
-"¿Eso es todo lo que tienes para mí? ¿Un pésimo cuarto de G? ¿No podrías prestarme una moneda de cinco centavos ...? ”
-“ Sal, sal, llamaré a la policía, te lo advierto”.
-"Está bien, doctor, me voy".
Por supuesto, hacía frío y tenía que caminar lejos. Pensión, calle destartalada, habitación en el último piso.
-"Estas escaleras", tosió el sacerdote allí, subiendo por la Barandilla.
Entró en el baño, paneles de pared amarillos, El inodoro goteaba y sacó su material de trabajo de debajo del lavabo. Envuelto en papel marrón, de regreso a su habitación, echa cada gota en el cuentagotas.
Se subió la manga. Luego escuchó un gemido en la puerta de al lado. Habitación dieciocho. El niño mexicano vivía allí, el sacerdote lo había dejado atrás. En las escaleras vio que el chico estaba enganchado, pero no le habló porque no quería conexiones juveniles, malas noticias en cualquier idioma. El sacerdote ya había tenido suficientes malas noticias en su vida.
Escuchó el gemido de nuevo, un gemido que pudo sentir. No había duda del gemido. Y lo que significaba.
"Tal vez tuvo un accidente o algo así. En cualquier caso, no puedo disfrutar de mis medicamentos sacerdotales con ese sonido que viene através de la pared. Paredes delgadas, ¿entiendes?"
El sacerdote dejó su gotero, pasillo frío, y llamó a la puerta de la habitación dieciocho.
-"¿Quién es?"
-"Soy el sacerdote, chico, vivo al lado".
Podía oír a alguien cojeando por el suelo. Se deslizó un cerrojo. El chico estaba parado allí en calzoncillos, ojos negros de dolor. Se empezó a caer. El sacerdote lo ayudó a acercarse a la cama.
-"¿Qué pasa, hijo?"
-"Son mis piernas, señor, calambres: y ahora estoy sin Medicina".
El sacerdote podía ver los calambres, como nudos de madera allí en sus piernas jóvenes, pelos negros oscuros y brillantes en las piernas.
-"Hace unos años me lastimé en una carrera de bicicletas, fue entonces cuando empezaron los calambres ".
Y ahora tiene calambres en las piernas. Con interés por la composición del jaco. El anciano sacerdote se quedó allí, sintiendo al niño gemido. Inclinó la cabeza como si estuviera rezando, regresó y cogió su cuentagotas.
-"Es sólo un cuarto de G, chico".
- "No necesito mucho, señor."
El chico estaba durmiendo cuando el Sacerdote salió de la habitación dieciocho. Regresó a su habitación y se sentó en la cama. Luego lo golpeó como nieve pesada y silenciosa. Todos los ayeres de jaco gris. Se sentó allí, recibió la dosis inmaculada. Y, como él mismo era Sacerdote, no hubo necesidad de llamar a uno.
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